viernes, 26 de junio de 2015

COLOQUIO “EL TEATRO ANTE LA SOCIEDAD” EN LA FUNDACIÓN WELLINGTON

©Dolores de Lara

Mamen Díaz Saura / Fotografía: ©Dolores de Lara

©Dolores de Lara

(22/06/2015).-La Fundación Wellington ha realizado un nuevo coloquio, dedicado en esta ocasión al teatro teatro, la más antigua de las artes, y ese ámbito, que no es otro que el propio reflejo de la sociedad. Para ello, la Fundación Wellington ha reunido a uno de los grandes empresarios teatrales, D. Enrique Cornejo, partícipe del pasado y el presente del teatro en España; Dña. Verónica Forqué, gran actriz de la escena española; D. Albert Boadella, dramaturgo, director, actor y actual Director de los Teatros Canal Madrid; y Dña. Ana Samboal, Directora de Diario de la Noche de Telemadrid.

©Dolores de Lara

Al acto asistieron diversas personalidades del ámbito social y teatral, y grandes actores como Manuel Galiana, Pepe Ruiz o Antonio Albella, en apoyo al teatro, la cultura y la recuperación de los valores en la sociedad, el diplomático Chencho Arias, el político Fernando Suárez, Mari Ángeles Sanz, Marily Coll, Javier de Montini, Hilario López Millán o Carlos García Revenga, Carlos Gómez Arruche; Del Álamo Velasco, entre otros

©Dolores de Lara

©Dolores de Lara

Tras las palabras de bienvenida de Dña. Cristina Moratiel, Presidente de la Fundación, el acto comenzó de la mano de Dña. Ana Samboal, quien ejerció como ponente, abriendo el telón a una obra cuyo argumento era el teatro y su público. ¿Qué está ocurriendo con la cultura del teatro? ¿Vivimos los últimos años de función? ¿Ya no interesa? ¿En qué medida incide la dicotomía entre el ámbito público y privado?

-----------------------------

©Dolores de Lara

El primero en tomar la palabra fue D. Enrique Cornejo, quien agradeció a la Fundación y al extenso público presente por apoyar el teatro, uno de los pilares fundamentales de las sociedades competitivas, sanas y de valores con mayúsculas. Como gran conocedor del panorama teatral español desde hace más de cincuenta años, Cornejo hizo un recorrido del pasado y el presente de este arte, indispensable para comprender la gran transformación social y nuestra realidad: -“El teatro solía ser como la sociedad, apasionado, lúdico, romántico y pionero. De los treinta y cinco espacios teatrales, hoy existen veintitrés, absorbidos en buena parte por el teatro institucional, la crisis económica y la decadencia de una sociedad que apuesta por el esperpento, en vez de crear belleza o remover conciencias”. La inexplicable falta de fomento a la cultura, a las artes y al teatro, pone de manifiesto que el teatro privado, a pesar de los esfuerzos por conectar con el público, no lo tiene fácil: -“El teatro institucional goza de una posición económica aventajada frente a la enorme y compleja labor del empresario. La diferencia en la competitividad de ambos es abismal. Ya se ofrece el 60% de descuento en las redes”. ¿Cómo subsistir cuando los recursos son escasos? ¿Cómo invertir en grandes adaptaciones o funciones? Según el empresario teatral, “la mejor subvención para el teatro es la taquilla”, pero de nada sirve si no se apuesta por aquello que hace una sociedad mejor y pionera. No olvidemos que a su vez, el teatro es creación y fuente de riqueza.

©Dolores de Lara

A continuación, intervino Dña. Verónica Forqué, quien desde su trayectoria como actriz, reconoció ver el panorama teatral con nostalgia: -“Durante muchos años, los actores pudimos comprobar que se podía llenar de contenido la vida a través de historias, realidades y experiencias. Éramos mejores personas”. Parte del mérito reside en aquellos empresarios que, a pesar de las dificultades, siguen apostando por la supervivencia de tan bello arte. En este sentido, Forqué destacó la falta de diálogo entre empresarios y el sector público, así como la necesaria movilización del sector privado. “Este es un país que ha ido perdiendo el entusiasmo por la cultura, sustituyéndolo por otros sectores, dirigidos a un público de masas”. Por ende, ya no se apuesta por lo mejor, o lo cualitativo, sino por la uniformidad de pensamiento. Sociedades como la inglesa son conscientes de que la cultura y el teatro no solo es fuente de riqueza, sino de talento.

©Dolores de Lara

La función terminó con las palabras de D. Albert Boadella, quien reconoció no haber imaginado dirigir un teatro de dichas características: “Tuve la oportunidad de dirigir estos teatros, cuyo público es su principal fundador. De la noche a la mañana, nos encontramos con un público diverso y enormemente desespecializado”. Según Boadella, este es uno de los grandes determinantes a la hora de seleccionar obras teatrales. Asimismo, hizo referencia a la competencia desleal entre el ámbito público y privado. En este sentido “hemos limitado las obras de éxito a cuatro semanas para atenuar la competencia desleal”. Boadella también aprovechó para hacer una pequeña apreciación sobre la actualidad del teatro. En este sentido, defendió la inexorable naturaleza del teatro; un arte que sigue siendo el mismo y que persigue el mismo fin que en tiempos de Grecia: -“El complejo de modernidad ha hecho daño al sector. El teatro ha sido, es y será siempre contemporáneo”. Por último, Boadella admitió:

“La verdadera competencia desleal que existe con el teatro son algunas actuaciones políticas”.

No hay comentarios :

Publicar un comentario