Por Dolores de Lara
Esperanza Aguirre, la dama de hierro de la política española—como muchos sin conocerla a fondo la denominan, dimite voluntariamente por asuntos personales del grupo de favoritos del pelotón de la política española. Dimite, pero no abandona.
Según escuchamos en los telediarios, parece ser, quedará en su lugar, Ignacio González, Ignacio: “Nacho” creo que para ninguno de nosotros será una cara extraña.
Ignacio, como Esperanza, hasta el día de hoy ha sido una persona cercana, agradable y dialogante, mano derecha de la presidenta, y, no creo que el poder se le suba a la cabeza, eso le quitaría muchos puntos a su favor.
Hay que reconocer, que el poder y la política hace a la persona estar en el ojo del huracán. Esperanza Aguirre, Esperancita, o presi, como muchos de nosotros la llamábamos cariñosamente, realmente era como presidenta una mujer cercana, con sus valores y sus fallos como todo ser humano.
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CONCLUSIÓN:
El dialogo y la unión es la mejor medicina,
es lo que realmente España necesita.
La unión hace la fuerza venga de la ideología política que venga.
Todos unidos podremos salir airosos de cualquier adversidad.
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POLITICOS:
ESPAÑA Y LOS ESPAÑOLES ESPERAMOS DE VOSOTROS LO MEJOR,
NO NOS DEFRAUDEN.
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