sábado, 29 de agosto de 2009

QUITO PLAZA BELMONTE

Quito (Ecuador)

Éxito en las Jornadas Culturales Taurinas

Por David Izurieta
(detorosenlibertad.com)

Quito.-29.08.2009.-
Si acudimos al lenguaje futbolístico, la Fiesta ganó por goleada. Las Primeras Jornadas Culturales Taurinas de Quito han sido sencillamente exitosas. Cuatro días extraordinarios, cargados de emociones, alegría y cultura. La demostración viva de la vigencia de la Fiesta Brava dentro de nuestra sociedad y de que se puede y se debe apostar por ella. Pintura, fotografía, danza, cine y, por supuesto, los festejos taurinos fueron parte de un exquisito menú, el cual convocó a una gran cantidad de personas, tanto a la Plaza Belmonte como a la Monumental de Iñaquito.
Resulta muy difícil describir al detalle todo lo vivido durante los cuatro días de las jornadas. Son cosas que hay que vivirlas en directo y guardarlas por muchísimo tiempo en la memoria como una autentica declaración de principios por parte de una afición que lo único que exige es respeto para su derecho a disfrutar, libremente, de una Fiesta que forma parte desde hace mucho tiempo del patrimonio cultural del Ecuador. María Sol Corral, Vice-alcaldesa de Quito, inauguró las jornadas con el compromiso de defender a la Fiesta y a la afición dentro del Concejo, reconociendo su posición de respeto ante la misma.

Empezando por el público. ¡Qué magnifica respuesta! La Plaza Belmonte quedó pequeña durante las tres noches. Asistentes de todas las edades se volcaron hacia la pequeña plaza de San Blas. Y lo hicieron cargados de alegría, emoción y respeto. Destacar la gran cantidad de niños, quienes fueron los que más disfrutaron dentro de la plaza. Apunte sobresaliente, sobretodo para quienes quieren vender la errónea idea de que la Tauromaquia es generadora de violencia dentro de las mentes infantiles. Que las tres noches los niños hayan salido toreando de la plaza sólo demuestra que las medidas- impulsadas desde distintos sectores oficiales- y que van a nombre de un supuesto “proteccionismo” están totalmente fuera del contexto real.

Dentro de lo artístico, decir que se realizó una exposición de pintura y fotografía con más de veinte expositores. Gran variedad de técnicas y temáticas, teniendo siempre como eje a la Fiesta, sus personajes y distintos momentos. Una nutrida muestra del talento de nuestros artistas y de que la Tauromaquia también es fuente de inspiración por estas tierras.

La danza ocupó un lugar de privilegio dentro de las jornadas. Los asistentes disfrutaron por igual de la danza española como de las danzas de nuestros pueblos ancestrales. El ruedo de la plaza se convirtió en tablado flamenco para, en cuestión de minutos, ser el escenario de la fiesta popular ecuatoriana. Coreografías bien elaboradas y con enorme fondo. Por la plaza se pasearon el duende flamenco y el Diabluma (no se alarmen, hablo del autentico Diabluma, aquel que es parte fundamental de la cultura popular y no de aquellos que en su nombre buscan negar todo lo que de español tenga la cultura ecuatoriana, mientras escriben en perfecto castellano y escuchan el más fino rock anglosajón). Destacó el espectáculo “Sueño Andaluz”, presentación ecuestre-dancística nunca antes vista en el Ecuador.

En distintos stands se vendieron los más diversos artículos con relación al mundo de los toros. Juegos de mesa, libros, delantales de cocina, camisetas, joyas… en fin, una demostración de creatividad y emprendimiento para generar recursos económicos en torno a la Fiesta.

La parte cinematográfica fue, a mi modo de ver, la parte más débil de las jornadas. Quizás la Belmonte no era el espacio más adecuado para disfrutar plenamente de los documentales anunciados. Por lo mismo entiendo que gran parte del programa haya sido modificado. Lo que no entiendo es como se dejo de lado la parte referente a Morante de la Puebla dentro del fílmico “mano a mano” que lo anunciaba junto a José Tomás, más aun cuando el sevillano es uno de los diestros más esperados por la afición quiteña de cara a la feria de diciembre. Nos queda la tarea de encontrar los espacios adecuados para disfrutar de estas actividades que gustan mucho a los aficionados.

Cada día de las jornadas tuvo como remate la celebración de festejos taurinos de distinto nivel. Se pudo ver la ilusión de los becerristas, los progresos de varios novilleros jóvenes y la rivalidad entre los novilleros de mayor edad y experiencia. De destacar las actuaciones de José Antonio Bustamante (el viernes), quien ha ganado mucho por el difícil camino de la naturalidad y de Álvaro Samper (el sábado), novillero que mereció “tocar pelo” después de una esforzada y torera labor, bien acogida por el público mas no por la autoridad.

Y cierre con broche de oro. El domingo 23 de agosto se celebró el Primer Festival Americano en Defensa de la Fiesta. Esta vez el escenario fue la Monumental de Iñaquito. Más de media plaza y un ambientazo en los tendidos. Subraye el lector lo de media plaza, en un tiempo donde no es muy común la celebración de festejos en Quito, cuando las vacaciones y las distintas ofertas de ocio hacen que muchas personas salgan de la ciudad en busca de diversión. Se presentó el Ballet Folklórico Jacchigua, agrupación de fama internacional. Su director, Rafael Camino- Primer Patrimonio Vivo del Ecuador- demostró su reconocimiento a la labor emprendida en las jornadas, destacándolas como un aporte importante para el realce de la diversidad cultural del Ecuador. Al romper el paseíllo se guardó un emotivo y sentido minuto de silencio en memoria de nuestro querido Braulio Almeida, decano de los picadores ecuatorianos y fundador de una dinastía de varilargueros, recientemente fallecido. Homenaje justo y nunca suficiente para un hombre que hizo mucho por nuestra Fiesta. Acto seguido se procedió al acto de clausura de las Jornadas y del Segundo Encuentro de la FITA (Federación Internacional Taurina Americana), el cual se desarrollo paralelamente a los actos culturales. Además se realizó el lanzamiento de la Plataforma Taurina Americana y el reconocimiento oficial a quienes hicieron posible que estos eventos sean una exitosa realidad.

En cuanto al festival, decir que se lidiaron novillos de 7 Trinidad y Mirafuente, bien presentados, de juego variable y de buen juego en línea general. El peso promedio fue de 415 kilos. Abrió plaza el rejoneador Wilson Valladares, quien anduvo acertado con los rejones de castigo. La corrección en la colocación y las características del astado presagiaban una buena faena, pero las dudas y las pausas con las banderillas enfriaron la cosa y deslucieron todo lo intentado. Un “mete y saca” con la hoja de peral terminó con algo que prometió mucho y dejo muy poco para recordar. Vuelta al ruedo.

El mexicano Oscar San Román demostró su oficio está tarde ante un oponente que no tragaba tres pases seguidos. Logró el azteca, vestido impecablemente de charro, extraer un par de tandas aseadas con la derecha. Ante la falta de fondo de su enemigo, echó mano San Román de un carisma arrollador, alegrando un tiempo que hubiera sido muy pesado en otras circunstancias. Encima ejecutó un excelente y fulminante volapié, valido por si solo para cortar una oreja. No lo creyó así la autoridad, pero la vuelta al ruedo del mexicano fue de época, mucho más emotiva que muchas de las llamadas “triunfales”. Un torero que la afición capitalina no olvidará en un buen tiempo.

Leonardo Benítez se demostró como un torero completo en los tres tercios. Variado y fácil con el capote, llegó a practicar un quite por “tomasinas”, lance que según el matador Antonio Urrutia es invención del venezolano. Poderoso y puro con las banderillas, colocó tres pares que levantaron al público de los asientos. Templado y mandón con la muleta. Lastima que al conjunto le faltó un punto de remate por la falta de fondo del novillo. Buena estocada y oreja de triunfo grande para Benítez, torero digno de volver a ver en las plazas del país.

En representación de Colombia actuó Paco Perlaza. Mucho temple y aseo en su labor con la muleta. Tres series con la derecha de muy buen gusto, ligando y dando sitio a un oponente que pedía precisamente eso. Toreo largo y bien ejecutado, rematado con una estocada casi entera que hizo guardia. Oreja.

A José Luis Gordillo le vimos recientemente en Mocha, donde estuvo como sobresaliente de espadas. Aquella tarde ejecutó un precioso quite por chicuelinas que fue lo mejor de la tarde. Está vez vimos poco del capote de “El Lojano” (quien reemplazo al lesionado Juan Francisco Hinojosa), pues el burel salió bastante quedado de los chiqueros. Mas luego de un intenso tercio de varas y de tres buenos pares de banderillas el novillo se fue a más y permitió ver la gran dimensión de José Luis. Series templadas y aseadas por el pitón derecho, con pases largos y bien rematados ante un oponente de los que “piden sitio”. Se lo dio “El Lojano”, llegando a dar varios pases buenos al natural (gran ausente de la tarde). Cuando el toro parecía que se quedaba sin carbón José Luis se arrimó en torero. Molinetes y pases de pecho de rodillas de buena factura hicieron rugir a la plaza fueron el epilogo de una faena de esfuerzo y enorme transmisión. Se entregó “El Lojano” en el volapié, saliendo golpeado del encuentro. Casi entera y dos golpes de descabello dejaron la Puerta Grande en una merecida oreja. Torero a seguir este José Luis Gordillo “El Lojano”, pues está aprovechando las oportunidades que se le van presentando en el camino. Que su carrera continúe en ascenso pues esta justificando con su esfuerzo y buenas ejecutorias su inclusión en las plazas ecuatorianas. La oreja de hoy es de mucho peso y debe abrirle muchas puertas.

Martín Campuzano dejó detalles de buen toreo ante un astado que desarrollo peligro a medida que avanzaba la faena. Para mayores problemas el novillo se lesionó la pata delantera izquierda y se defendió con muy malas intenciones desde ese momento. Pinchazo y estocada entera. Ovación con saludos para Campuzano, quien mantiene intacto su “crédito” con la afición quiteña. Otra vez será.

De José Antonio Benítez, novillero ecuatoriano que reemplazó al peruano Juan Carlos Cubas, hay poco que decir. Seguramente su mente está puesta en Madrid y en el ciclo de “Las Ocho Naciones” donde será el representante ecuatoriano. Solo así se explica que se desentendiera por completo del dócil ejemplar que cerraba el festejo. Un novillo que acudía con nobleza y recorrido al toque pero al que Benítez no quiso ver mucho. Sumó también el novillero un verdadero mitin con los aceros. Que sea esta una mala tarde, sobretodo cuando Las Ventas y la alternativa están muy cerca.

Se cerró así estas intensas e históricas jornadas. El balance es altamente positivo y lo más importante es que se ha dejado sembrada la semilla para que esta sea una fecha fija dentro de nuestro calendario taurino. Este es el abreboca perfecto para la Feria de Quito y es la mejor manera de defender a la Fiesta. Habrá cosas que mejorar. Siempre. Pero quienes están al frente de la organización tienen la afición necesaria para superar el altísimo listón que deja estas jornadas. La justa y cariñosa ovación que recibió esta tarde Milton Calahorrano es el agradecimiento por haber sido el mentalizador de este éxito para la Fiesta ecuatoriana. Hacer extensivo también el reconocimiento a los miembros de la Unión de Toreros del Ecuador, quienes pusieron su contingente humano en todas y cada una de las actividades programadas. Finalmente, es preciso aplaudir a todos quienes se “jugaron el tipo” por la Fiesta. Estas jornadas han demostrado que vale la pena apostar por ella desde los distintos espacios que como aficionados manejamos, que es necesario aportar conocimiento donde algunos quieren que impere la ignorancia, que la unión hace la fuerza y construye el camino del éxito dentro de la defensa de La Mejor de las Fiestas: La Fiesta de los Toros.

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