jueves, 30 de junio de 2016

Podemos dejar sola a la 'gran coalición' en el primer debate postelectoral

> Jáuregui y Quevedo consiguen sentar a Casado (PP), González Veracruz (PSOE) y Girauta (C’s), que sólo coinciden en no repetir elecciones; Tania Sánchez (UP) excusó su asistencia

Por Vicente Mateu / Fuente: diariocrítico / Fotografías: Dolores de Lara


“Prefiero a Pablo Casado que a Pablo Iglesias”. La frase de la socialista María González Veracruz en el amable contexto del debate postelectoral organizado por Fernando Jáuregui y Federico Quevedo con el viejo truco de la presentación de un libro -que ya habían presentado- es engañosa. La secretaria de Participación del PSOE dejó muy claro tanto a la audiencia como a sus interlocutores del PP y de Ciudadanos, representados por Juan Carlos Girauta, que de ‘gran coalición’ nada de nada. La noticia fue, por el contrario, el clamoroso silencio del cuarto invitado, Tania Sánchez, que excusó su presencia tras conocer los resultados del 26J. “Me gusta cuando callas porque estás como ausente”. Con su sarcasmo habitual, el número 2 de Albert Rivera aprovechó unos versos de Neruda para dejar en evidencia a la diputada de Unidos Podemos. A ellos también les engañaron las encuestas en diciembre.

Jáuregui y Quevedo lo intentaron. Y su iniciativa despertó el interés de, entre otros, Margarita Robles, la número 2 de la lista encabezada por Pedro Sánchez, y Narciso Michavila, de GAD3, uno de los ‘presuntos’ culpables del fiasco de las encuestas, y casi el único de sus colegas que ha dado la cara, que aguantó estoicamente el sonoro cabreo de Juan Carlos Girauta.


Pablo Casado también tiró de cita y patria chica para recuperar la memoria de su paisano Adolfo Suárez y aquello de que “todos cedieron para que todos cupieran”. El vicesecretario de Comunicación del PP defendió un acuerdo con el PSOE en un tono que González Veracruz agradeció con lo que sonó a lamento: “En Pablo a escucho un PP muy distinto al de los últimos cuatro años”.
“Pero lo siento, de aquí no va a salir un Gobierno de coalición”, añadió de inmediato María González Veracruz. Su partido, aseguró, será “responsable” cuando llegue el momento; mientras tanto, insistió una y otra vez a lo largo del debate, la pelota está en el tejado del PP. “También pudo ser responsable hace tres meses” y permitir que Sánchez fuese investido presidente, por lo que es Mariano Rajoy quien debe dar el primer paso. “Lo que no puede ser es que siempre se le exija al partido socialista”.
Juan Carlos Girauta hizo un alegato del pacto a tres con el denominador común de los principios compartidos tanto por PP como PSOE como C’s, desde la unidad de España a la permanencia en el euro. Reiteró la oferta de su partido para sentarse ya en la “búsqueda de un pacto de legislatura, de consenso y reformista”.

En su empeño por sentar a PP y PSOE, Girauta incluso se mostró dispuesto a dejarles solos “si somos demasiado pequeños”, garantizando que Ciudadanos no podrá obstáculos. “Si luego quieren contar con nosotros, pues estupendo”.
Salvo la promesa de que no habrá terceras elecciones, del primer debate postelectoral no salió ningún pacto, una tarea que aún supera las atribuciones de Veracruz, Casado y Girauta, tres políticos de nuevo cuño “por los que pasa el futuro de este país” en palabras de Fernando Jáuregui. Tiempo al tiempo.

De lo que no cabe duda es de que Jáuregui y Quevedo tendrán que preparar una nueva edición -y van tres- de ‘¡Es el cambio, estúpido!’ [Stella Maris], una crónica de la Historia más reciente de España cuyo final aún está por escribir.

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