jueves, 31 de julio de 2014

Luis Miguel Dominguín: 70 años de su alternativa

Alternativa de Luis Miguel Dominguín, el 2 de agosto de 1944, en la plaza de toros de La Coruña, de manos de su padrino Domingo Ortega. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

©Dolores de Lara

Por: Rafael Dupouy Gómez

El 2 de agosto de 2014, se cumplen 70 años de la alternativa del maestro Luis Miguel Dominguín, uno de los diestros más dominadores, valientes y con una personalidad imponente que demostraba, por qué era considerado el número uno del toreo.

Tratar de resumir en un artículo los aspectos más destacados de la vida Luis Miguel Dominguín, resulta complicado, porque integró una de las más importantes dinastías de toreros de España, además, de ser la figura del toreo más mediática, polifacética, atractiva y polémica que existió en su tiempo. Su mundo estuvo colmado de experiencias personales increíbles con celebridades del mundo que enriquecieron su leyenda, aumentando su fama y popularidad.

Luis Miguel González Lucas “Dominguín”, nació el 9 de diciembre de 1926 en Madrid (España), hijo de Domingo González Mateos y de Gracia Lucas Lorente. A la edad de 11 años, mató sus primeros becerros junto a sus hermanos, en la plaza de Campo Pequeño, en Lisboa (Portugal). Adoptó el apodo de “Dominguín”, al igual que su padre y hermanos. Se presentó como becerrista en la plaza de toros Monumental de Las Ventas, el 11 de agosto de 1940.

El 5 de septiembre de 1943, Luis Miguel Dominguín se presentó como novillero en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, alternando con Rafael Perea “Boni” y “Angelete”. Se lidiaron cinco novillos de don Arturo Cobaleda y uno de García Boyero, lidiado en cuarto lugar. Luis Miguel, cortó una oreja a su primer novillo y al que cerró plaza, le realizó una gran faena que fue premiada con otra oreja, dando tres vueltas al ruedo y saliendo a hombros por la Puerta Grande hacia la callé de Alcalá.

El 7 de mayo de 1944, Luis Miguel Dominguín actuó en la plaza de toros Monumental de Barcelona (España), lidiando novillos de Escudero con Jaime Marco “El Choni” y Benigno Aguado de Castro. Luis Miguel, fue el triunfador esa tarde. En su primero, fue premiado con palmas, saliendo a los medios; en su segundo, fue muy ovacionado, dio una vuelta al ruedo y, nuevamente, salió a los medios agradeciendo al público. El crítico taurino del diario “La Vanguardia”, don Eduardo Palacio Valdés (E.P.), señaló sobre el joven Luis Miguel: “Y aunque no pago contribución como profeta, me atrevo a vaticinar que, en este chaval, existe ya, en verdadera potencia, una futura gran figura de la tauromaquia. Si no se desconcierta como el reloj de marras, cosa que por el momento no parece previsible.”

El 8 de junio de 1944, debutó como novillero en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, cortando una oreja. Su última corrida como novillero, fue el 30 de julio de 1944, en ésta misma plaza, donde conquistó un gran triunfo, cortando dos orejas y siendo llevado a hombros junto a “Niño de la Palma II”.

Luis Miguel Dominguín, tomó la alternativa, a la edad de 17 años, el 2 de agosto de 1944, en la plaza de toros de La Coruña. Su padrino fue Domingo Ortega, que le cedió el toro de nombre “Cuenco” de la ganadería de Samuel Hermanos. Su hermano, Domingo González Lucas “Dominguín”, fue el testigo de la ceremonia. Con la plaza llena hasta la bandera y clima agradable, Luis Miguel Dominguín, realizó una faena muy valiente y variada. Recibió a su enemigo con una larga afarolada de rodillas, continuando con una serie de verónicas de perfecta ejecución que fueron muy aplaudidas. En quites se lucieron los tres diestros alternantes. Luis Miguel, le brindó el toro de su alternativa a su padre don Domingo González Mateos. Inició su faena sentado en el estribo, realizando cuatro pases fenomenales de rodillas y otros muy ajustados, intercalando series de naturales, adornándose con desplantes, tocándole los pitones a su enemigo. Se perfiló para entrar a matar, pinchó y luego de media estocada y descabello, fue premiada su labor con una oreja, dando la vuelta al ruedo saludando a los medios.

En su segundo toro, último de la tarde, Luis Miguel Dominguín estuvo magnífico con el capote, impresionando su larga cambiada en los medios de la plaza y las series de verónicas que ejecutó con mucho arte, recibiendo una prolongada ovación con el público puesto de pie. Destacaron los vistosos quites con el capote de los tres matadores. Fue muy ovacionado en el tercio de banderillas. Brindó el toro a su padrino de alternativa Domingo Ortega y realizó una faena de muleta temeraria y llena de entrega que fue premiada con una oreja. Luis Miguel, salió a hombros de la plaza siendo aclamado por una multitud de aficionados. Presidieron la corrida, el Alcalde de La Coruña, don Luis Vázquez, asesorado por el maestro Marcial Lalanda.

El 14 de junio de 1945, confirmó su alternativa de manos de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, actuando como testigo, Pepe Luis Vázquez. Los toros lidiados fueron de don Antonio Pérez de San Fernando. Luis Miguel, escuchó palmas en el toro de su confirmación de nombre “Secretario”.

El 19 de septiembre año 1946, significó su proclamación como figura del toreo. Se consagró en la corrida de la Beneficencia en Las Ventas de Madrid. Se lidiaron reses de don Carlos Núñez. Esa tarde, “Gitanillo de Triana”, cortó una oreja, Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, cortó dos orejas, Antonio Bienvenida, no obtuvo el éxito deseado y Luis Miguel Dominguín cortó tres orejas, saliendo a hombros por la Puerta Grande.

El 25 de julio de 1947, Día de Santiago Apóstol, en la plaza de toros de Valencia (España), Luis Miguel Dominguín tuvo una memorable tarde, donde a uno de sus toros le dio 26 pases naturales. En esa corrida, cortó cuatro orejas, dos rabos y una pata, dando seis vueltas al ruedo, saliendo a hombros de los entusiastas por las calles de la ciudad de Valencia.

Luis Miguel Dominguín, integró el cartel de la fatídica corrida de Linares, el 28 de agosto de 1947, donde perdió la vida su compañero Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”. Esa tarde también actuó el diestro Rafael Vega de Los Reyes “Gitanillo de Triana”, lidiando reses de Miura. Contaba mi buen amigo, el popular Francisco Cano “Canito”, el único fotógrafo que pudo captar las históricas gráficas de la mortal cornada de “Manolete”, que él estuvo presente esa trágica tarde, porque Luis Miguel Dominguín lo había invitado. Luis Miguel, le debía cancelar una deuda a “Canito” por varias fotografías y le prometió que se las pagaría en Linares en donde torearía.

El 8 de julio de 1948, en la plaza de toros de Pamplona (España), Luis Miguel Dominguín cortó cuatro orejas y dos rabos. Alternó con Domingo Ortega, que había dado una vuelta al ruedo en su primero y su hermano Pepe Dominguín, que cortó dos orejas y rabo a su segundo toro. Las reses lidiadas fueron de Villagodio.

El 29 de octubre de 1948, en la plaza de toros Monumental de Barcelona (España), Luis Miguel Dominguín estoqueó siete toros en solitario. Se lidiaron seis toros de la ganadería andaluza de los Herederos de don Juan Guardiola y uno de regalo de don Alipio Pérez Tabernero Sanchón. Las ovaciones fueron ininterrumpidas. Luis Miguel cortó orejas, rabos, patas y dio innumerables vueltas al ruedo recibiendo infinidad de obsequios, saliendo a hombros de la plaza en una tarde triunfal.

Los Dominguín en Venezuela

Mi abuelo Florencio Gómez Núñez, mantuvo una cordial amistad con Domingo González Mateos, Dominguín, el padre de los matadores de toros, Domingo, Pepe y Luis Miguel González Lucas “Dominguín”, a quienes conoció después, personalmente, viéndolos torear desde muchachitos. Consideraba mi abuelo que el viejo Domingo Dominguín y don Manuel Mejías Rapela el “Papa Negro”, eran las personas que sabían más de toros con las que había conversado.

El viejo Domingo Dominguín, reconociendo que como torero no iba a sobresalir más en su profesión, se dedicó de lleno a otras actividades y se hizo empresario taurino, donde obtuvo muchas satisfacciones gracias a su personalidad cautivadora, llena de simpatía que le abrió muchas puertas a los toreros a los cuales representaba, entre ellos, Domingo Ortega, Joaquín Rodríguez “Cagancho” y otros. Poseía un ojo clínico y una intuición muy especial para descubrir nuevas figuras del toreo, para poder darles el brillo y la importancia que él no pudo tener, en el difícil mundo de los toros.

Los tres hermanos “Dominguín” debutaron en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela), el 6 de julio de 1941, con reses de “Guayabita”, dejando una grata impresión, sobresaliendo Luis Miguel que cortó dos orejas esa tarde. Repitieron los hermanos “Dominguín”, el 13 de julio de 1941, triunfando Pepe y Luis Miguel que cortaron orejas y salieron a hombros. Todos los hijos del viejo Dominguín pasaban largas temporadas en América, donde, prácticamente, se formaron toreando en Perú, Colombia y Venezuela.

Don Florencio Gómez Núñez habla de su gran amigo Luis Miguel

“Luis Miguel, el hijo menor del viejo Dominguín, se presentó desde muy niño con becerras aquí en Venezuela y ya se veía lo que traía, para llegar a destacarse como una de las más grandes figuras del toreo de su época. Me recuerdo que a Luis Miguel Dominguín lo vi torear por primera vez en Venezuela a la edad de trece años. Lo llamaban “El Patas Largas”, por ser muy delgado y espigado.

Tuve una gran amistad con Luis Miguel, él era muy sociable y cultivó el aprecio de muchos intelectuales, escritores, poetas, pintores, Jefes de Estado, artistas del teatro y el cine, que le acompañaban siempre en sus reuniones privadas y familiares. Conservo una foto de mi gran amigo el célebre fotógrafo Francisco Cano “Canito” en la que aparece Luis Miguel Dominguín, entrenando como lo hacía usualmente, vestido de luces, trabajando en el campo junto con los diestros venezolanos, los hermanos Oscar y Ricardo Martínez. Igualmente, otra foto de Cano de un valeroso desplante de Luis Miguel Dominguín en un tentadero, siendo observado, atentamente, por Domingo Ortega desde un burladero. Esa fotografía se la dedicó Luis Miguel a mi hijo Florencio Vicente Gómez Arráiz y dice: “Para Florencio Vicente futuro gran aficionado, con todo el afecto que le tengo a tu padre”. Luis Miguel. 1949.

En mi concepto personal los dos toreros más poderosos que he visto en mi vida fueron Luis Miguel Dominguín y Fermín Espinosa “Armillita”. Nunca se me olvidará aquella tarde, estando en Madrid, cuando presencié como el público se metía con Luis Miguel. Lo abucheaban increpándole gritos en su contra y Luis Miguel, bordando una sensacional faena, se dirigió al centro del ruedo ante aquel público enardecido y levantando el dedo índice, hizo el ademán de que él era el número uno. Naturalmente, esto no se lo perdonaron muchos aficionados. Así era Luis Miguel, tenía un carácter y una personalidad altiva ante el público que le restó muchas simpatías, pero que a la hora de la verdad, demostraba en realidad que él era el número uno y que no se dejaba ganar la pelea por nadie.

Luis Miguel, era un guerrero en la plaza, tenía un amor propio que lo demostraba en todas sus actuaciones, siempre salía a dar lo mejor de sí y a comerse al toro. Con la muleta era un prodigio de sabiduría, poder y mando.

Contraté a Luis Miguel Dominguín para que debutara como matador de toros en Venezuela, tres tardes en el Nuevo Circo de Caracas. Siendo el empresario de la temporada caraqueña de 1949, encargué su total organización a mi compadre José Luis de Benito. La primera corrida del debut de Luis Miguel Dominguín en Venezuela, fue celebrada el 27 de noviembre de 1949, actuando con Antonio Bienvenida y su hermano Pepe Dominguín. El ganado colombiano de Mondoñedo esa tarde salió muy manso y los diestros no tuvieron el éxito esperado. La segunda corrida en la que volvió a presentarse Luis Miguel Dominguín, se celebró el 4 de diciembre de 1949 con Antonio Bienvenida y Luis Sánchez “Diamante Negro”. El “Diamante” estuvo muy bien y triunfó cortando dos orejas y rabo. Luis Miguel esa tarde, realizó una faena llena de entrega y calidad que le valieron las dos orejas del toro de la ganadería colombiana de Mondoñedo. Antonio Bienvenida me brindó su primer toro, pero no pudo lucirse por el poco juego de las reses que le tocaron en suerte.

Luis Miguel Dominguín y Florencio Gómez Núñez en Caracas, Venezuela, año 1949. (Foto: Villa). Dedicatoria de Luis Miguel Dominguín a los hermanos Gómez Núñez que dice: “Para Juan Vicente y Florencio pareja que refleja el carácter y la simpatía de este gran pueblo. Con un fuerte abrazo de su amigo”. Luis Miguel. 1949. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En la última corrida de la temporada actuó, Luis Miguel con el “Diamante Negro” y el matador de toros mexicano Antonio Velázquez. Esa gran corrida fue celebrada el 11 de diciembre de 1949, y no se me podrá olvidar nunca, porque está considerada como la mejor corrida de toros que se ha presentado en toda la historia del Nuevo Circo de Caracas.

Se jugaron toros de la ganadería colombiana de Vistahermosa, que dieron una pelea excelente. Fue una tarde inolvidable para la terna de matadores que tomó parte en esa memorable corrida. El público entusiasmado, no cesó de aplaudir las faenas realizadas. Los tres matadores salieron a hombros por la puerta grande, cortando un total de diez orejas y dos rabos. Luis Miguel estuvo enorme en su primero al que le cortó las dos orejas con petición de rabo, que la Presidencia se negó a conceder. En su segundo, repitió una faena redonda que fue malograda con la espada, perdiendo los trofeos que tenía asegurados, dando dos vueltas al ruedo con una fuerte ovación. Antonio Velázquez cortó cuatro orejas y un rabo y el “Diamante Negro” también emuló al mexicano cortando cuatro orejas y un rabo”.

El 23 de marzo de 1952, don Domingo González Dominguín, organizó la temporada en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela) con un cartel integrado por los diestros Pepe Dominguín, Luis Miguel Dominguín y el ídolo venezolano Luis Sánchez “Diamante Negro” lidiando toros de “Guayabita”. Luis Miguel, a su primero, le cortó las dos orejas y el rabo y a su segundo, las dos orejas.

El 30 de marzo de 1952, torearon en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela), Luis Miguel Dominguín, Luis Sánchez “Diamante Negro” y el debut de Antonio Ordóñez. Se lidiaron toros de “Guayabita”. Ordóñez cortó cuatro orejas y un rabo, saliendo a hombros por la puerta grande. Luis Miguel, cortó una oreja a su segundo dando la vuelta al ruedo y el “Diamante” palmas y vueltas al ruedo en ambos toros.

Luis Miguel Dominguín debutó en la Maestranza de Maracay, el 6 de abril de 1952, lidiando toros de “Guayabita” en compañía de Antonio Ordóñez y el venezolano Oscar Martínez. Ordóñez triunfó, Dominguín cumplió y Martínez fue muy ovacionado.

Luis Miguel Dominguín y la máxima figura del toreo venezolano César Girón, el 26 de febrero de 1956, saliendo a hombros en la Maestranza de Maracay, Venezuela. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 12 de octubre de 1952, en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Luis Miguel Dominguín, cortó tres orejas, saliendo a hombros por la Puerta del Príncipe. Alternó con Rafael Ortega, que cortó dos orejas y rabo a su segundo enemigo, y Antonio Ordóñez que cortó dos orejas a último toro de la tarde.

El 23 de noviembre de 1952, en la plaza de toros de Acho en Lima (Perú), en la feria del Señor de los Milagros, Luis Miguel Dominguín tuvo un gran triunfo al cortarle, al cuarto toro de la tarde, las dos orejas y el rabo. También, Antonio Ordóñez le cortó las dos orejas y el rabo al quinto toro que le correspondió en suerte.

El 12 de diciembre de 1952, Luis Miguel Dominguín, confirmó su alternativa en la plaza de toros Monumental de México siendo su padrino Luis Procuna, quien, igualmente, apadrinó al diestro Humberto Moro esa misma tarde. Se lidiaron seis toros de San Mateo. Luis Miguel, durante el paseíllo fue recibido por un público muy alterado que le abroncó fuertemente, recordando su actitud pasada con el rompimiento del convenio taurino hispano-mexicano. Dominguín, fue premiado con una vuelta al ruedo luego de dar muerte a su primer toro, “Cominito”, el de la confirmación y a su segundo enemigo de nombre “Pajarito”, le cortó las dos orejas, logrando un triunfo clamoroso.

El 27 de noviembre de 1955, en la Maestranza de Maracay, Luis Miguel Dominguín, Paco Méndes y Joselito Huerta, lidiaron toros mexicanos de “San Mateo”. Dominguín, tuvo que matar tres toros por percance de Huerta y cortó cuatro orejas y dos rabos, saliendo a hombros.

Luis Miguel Dominguín, llegó a convertirse en la figura del toreo más internacional de todos los tiempos. Conquistó las plazas del mundo gracias a su dominio y poderío. Fue un gran triunfador. De las máximas figuras del toreo del siglo XX y de toda la historia del toreo.

De carácter siempre polémico, provocador, inteligente, gracioso, irónico. Fue un torero valiente en todos los tercios. Destacaban sus largas cambiadas con el capote al recibir a sus toros. Fue un eficiente y habilidoso banderillero. Recibía con la muleta a sus toros sentado en el estribo y les sacaba provecho a todos sus enemigos durante la lidia, destacando sus pases circulares. Siempre desafiaba con mucho valor a los demás diestros con sus desplantes temerarios. Fue un certero estoqueador.

En su larga carrera como torero, de 1944 a 1973, fue líder del escalafón los años: 1946 (62 corridas), 1948 (100 corridas) y 1951 (98 corridas). Salió 5 veces a hombros por la Puerta Grande de la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid, los años: 1946, 1948, 1949 (2 veces) y 1960. En la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla actuó en 30 tardes (25 corridas, 3 novilladas picadas y 2 festivales), cortando un total de 24 orejas y un rabo. En la plaza de Pamplona, realizó un total de 10 paseíllos en 5 años, lidió 20 toros y cortó un total de 9 orejas y 2 rabos.

La fama de Luis Miguel Dominguín fuera del ruedo

Luis Miguel Dominguín, cultivó una gran amistad con intelectuales y artistas de la talla del pintor Pablo Picasso (padrino de su hija Paola), el director de cine Luchino Visconti (padrino de su hijo Miguel Bosé), el escritor Ernest Hemingway, Orson Welles, Rafael Alberti, Ortega y Gasset, Jean Cocteau y muchas otras personalidades de todos los ámbitos de la sociedad, Jefes de Estado y estrellas de Hollywood.

La primera esposa de Luis Miguel Dominguín fue la actriz italiana Lucía Bosé quien había sido “Miss Italia” 1947. Con ella se casó por lo civil, el 1 de marzo de 1955 en Las Vegas y, posteriormente, por la Iglesia en España, el 16 de octubre de ese mismo año, tuvo tres hijos: el popular cantante y actor Miguel Bosé, Lucía y Paola Dominguín. Su segunda esposa fue doña Rosario Primo de Rivera.

El año de 1956, Luis Miguel Dominguín, participó en la película “La Vuelta al Mundo en 80 días”, basada en la novela de Julio Verne, ganadora del Oscar como la mejor película del año. En el film intervinieron famosos actores como David Niven, Buster Keaton, Marlene Dietrich, Charles Boyer, John Gielgud, Shirley MacLaine, Red Skelton, Frank Sinatra y el genio de la comicidad Mario Moreno “Cantinflas” interpretando al mayordomo “Passepartout”, quien alternó con Luis Miguel en una corrida celebrada en la plaza de toros de Chinchón.

En 1961 fue publicado el hermoso libro “Toros y Toreros”, con ilustraciones taurinas de Pablo Picasso en blanco y negro y color con textos de Luis Miguel Dominguín.

Como dato curioso, a mediados del mes de marzo de 1967, durante su estancia en New York, Luis Miguel Dominguín visitó el Madison Square Garden para ver entrenar al campeón mundial de boxeo Cassius Clay o “Muhammad Alí”. Estuvo conversando con su entrenador Angelo Dundee y con el campeón Ray “Sugar” Robinson. Dominguín, subió al cuadrilátero y Alí, bromeando como un niño, se llevó las manos sobre sus sienes y con los dedos simuló los pitones de un toro, de inmediato, Luis Miguel con su gabardina, toreó al famoso campeón mundial peso pesado, resultando una escena bastante divertida. Luis Miguel, estuvo tratando de negociar una pelea de campeonato de boxeo, para que fuera presentada en Vista Alegre, el coso de su propiedad en España. En New York a Luis Miguel, le habían ofrecido tentadoras ofertas para publicar su biografía y una película sobre su vida.

La gran popularidad de Luis Miguel Dominguín, le hizo participar en el famoso programa de la televisión norteamericana “What's My Line?”, producido por la cadena CBS entre los años 1950 y 1967, que presentaba a las más grandes celebridades del mundo. El concurso consistía en tratar de adivinar quién era el invitado especial ante un grupo de reconocidas figuras que, sin poder ver al invitado, le hacían preguntas para poder identificarlo. El célebre comediante Groucho Marx, fue una de las personalidades que interrogaron al famoso torero.

En 1967 Luis Miguel Dominguín participó en la película “Yo he visto a la muerte” dirigida por José María Forqué con guión de don Jaime de Armiñán sobre cuatro episodios del mundo del toro en donde aparecieron: Antonio Bienvenida, Pepe Bienvenida, don Álvaro Domecq y Díez y su hijo Álvaro Domecq Romero, Andrés Vázquez y otros.

Luis Miguel Dominguín, consiguió que el famoso astronauta norteamericano Charles “Pete” Conrad, Jr. toreara una vaquilla en su finca y luego lo entrevistó en perfecto inglés. Conrad, fue uno de los tripulantes del Apolo 12. Alunizó con el “Intrepid” en noviembre de 1969, convirtiéndose en el tercer hombre que pisó la Luna.

Fue cuñado del maestro Antonio Ordóñez, quien se casó con su hermana Carmina González Lucas. Con Ordóñez, rivalizó muchas tardes en la década de los años cincuenta, inspirando a Hemingway para escribir “El verano sangriento”. Se relacionó con bellísimas mujeres como Rita Hayworth, Joan Crawford, Lana Turner, Ivonne de Carlo, María Félix, Sofía Loren, Romy Schneider, Claudia Cardinale, Jean Simmons, Olivia de Havilland, Audrey Hepburn, Brigitte Bardot, Laureen Bacall, Miroslava Stern y Zsa Zsa Gabor, entre otras. Frecuentemente, organizaba reuniones, tentaderos y fiestas camperas donde las más importantes celebridades disfrutaban con el famoso diestro en su finca “Villa Paz”. Luis Miguel, tuvo sonados romances con la bellísima actriz Ava Gardner, su prima Mariví y con una bella dama, muy conocida, de la sociedad venezolana. Le encantaba practicar la caza. Contrajo matrimonio por la Iglesia con Lucía Bosé para poder acudir a una montería invitado por el Generalísimo Franco.

Luis Miguel Dominguín le concedió la alternativa, el 17 de junio de 1972, en la Plaza de Toros Monumental de Valencia (Venezuela) al diestro venezolano Carlos Martínez Gómez, nieto del General Juan Vicente Gómez, quien fuera Presidente de la República de Venezuela, siendo testigo de la ceremonia, Sebastián Palomo Linares. Carlos, fue ovacionado ante el primero, pero perdió la oreja del toro de su alternativa al fallar con la espada. Su segundo toro, sexto y último de la tarde, se lo brindó a su tío Florencio Gómez Núñez, quien ocupó la primera fila en la barrera de sombra. El venezolano, llamado por la afición “El Príncipe del toreo”, realizó muletazos de gran calidad y fina ejecución que gustaron mucho al público presente. Fue el único torero venezolano al que le dio la alternativa Luis Miguel Dominguín.

Alternativa del diestro venezolano. Carlos Martínez Gómez, nieto del Gral. Juan Vicente Gómez, quien fuera Presidente de la República de Venezuela. Padrino: Luis Miguel Dominguín. Testigo: Palomo Linares. Valencia, Venezuela. 17 de junio de 1972. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Luis Miguel Dominguín, falleció el 8 de mayo de 1996, de un paro cardíaco, a los 69 años de edad en su casa de Sotogrande (España). Fue enterrado en el cementerio de San Enrique de Guadiaro, en San Roque (Cádiz).

Magníficos libros biográficos se han escrito sobre Luis Miguel Dominguín, entre ellos: “Dinastías: Dominguín, Ordóñez y Rivera”, escrito por Antonio D. Olano, en el año 1988. “Luis Miguel Dominguín” con prólogo de Jorge Semprúm, escrito por Carlos Abella, en el año 1995 y “Luis Miguel Dominguín. El Número Uno”, escrito por don Andrés Amorós en el año 2008.

En el mes de mayo de 2013, fue inaugurada una estatua como homenaje a su memoria, obra del artista Ramón Aymerich, en las afueras de la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid.

Conmemorando el 70 aniversario de su alternativa, Luis Miguel Dominguín continúa siendo el número uno de la torería y de la vida misma que disfrutó, plenamente, con auténtica pasión.

 

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