Autor Joaquín Gómez de Segura
En ti Ciudad Eterna los cristianos
del mundo, la mirada
tenemos puesta todos esperando
que surja el nuevo Papa.
Que marque los destinos de la Iglesia
siguiendo la enseñanza
de sus predecesores más ilustres
con otras nuevas pautas.
Acordes con los tiempos actuales
los cuales hoy demandan
reformas, sin tocar los Mandamientos
que la Ley de Dios marcan.
A la maternidad con el debido
respeto hay que tratarla
y no segar antes del nacimiento
ninguna vida humana.
Cortar con los abusos que ha dejado
la infame pederastia,
y que a la misma pueda señalarse
con cero en tolerancia.
Llamarle solamente matrimonio
a aquel normal que nazca
entre la unión de una mujer y un hombre
que se respetan y aman.
Del mismo sexo no, entre dos personas
porque esa gran palabra
cabal que significa el matrimonio
en la matriz se basa.
Por estas y otras cosas al Vicario
de Cristo, ahora le aguardan,
los retos muy marcados de la historia
que ha de poner en marcha.
Miramos los católicos del mundo
con fe y con esperanza
hacia esa chimenea que humareda
veamos pronto blanca.
Por fin al concluir ahora estos versos
con gran fervor las almas
se llenan de alegría cuando escuchan
decir "Abemus Papam".
El Cardenal Jorge Mario Bergoglio
jesuita, se proclama
como el Papa Francisco, de una tierra
latinoamericana.
Políglota y austero, humilde y culto
que cinco idiomas habla,
y el gesto más piadoso se dibuja
magnífico en su cara.
Que su Pontificado bien dirija
desde la Sede Santa,
y al sucesor de Pedro le abrazamos
fervientes desde España.
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