Texto y fotografías: ©DOLORES DE LARA
La proclamación del Príncipe de Asturias, desde hoy, S.M. el Rey Felipe VI, ha sido una ceremonia sencilla y a la vez muy emotiva. A primeras horas de la 
mañana recibía de manos de su padre el rey don Juan Carlos el fajín de seda roja que distingue al Capitán General de los Ejércitos, para posteriormente trasladarse al Congreso de los Diputados donde pronunció un ajustado discurso de 20 minutos de duración y juró su cargo como nuevo Rey de España, finalizando con el himno nacional.
“Una monarquía renovada para un tiempo nuevo”, “no tengan duda Sus Señorías, encontraran en mi un Jefe de Estado leal” o “La Corona debe buscar la cercanía de los ciudadanos”, fueron algunas de las frases que Felipe VI emitió en el hemiciclo del emblemático edificio de la Carrera de San Jerónimo en presencia de la Reina Letizia, sus hijas, Leonor (Princesa de Asturias) y la Infanta Sofía, su madre, la Reina Sofía, la Infanta Elena, El Gobierno, diputados y personalidades presentes.
A la salida del Congreso por la Puerta de los Leones, una pequeña representación de unidades de los tres Ejércitos desfiló en honor de los nuevos reyes, que tras las consabidas despedidas, se subieron al siempre histórico y elegante Rolls Royce, para recorrer, como no podía ser de otra manera, majestuosamente y a cuerpo descubierto, las calles madrileñas en un itinerario establecido que pasó por la Plaza de Neptuno (lugar de celebración de grandes hitos del equipo de fútbol colchonero y en adelante también, del nuevo Rey, Felipe VI) , el Paseo del Prado (el paseo de la cultura), la Plaza de Cibeles 
(lugar de celebración de merengues), la calle Alcalá (la calle más larga de Madrid), la Gran Vía (la más turística), Callao (la plaza más bulliciosa), la Plaza de España (la que mejor representa a España en todos los rincones de la geografía patria) y la calle Bailén (para recordar las batallas contra los gabachos, hoy amigos de España) hasta finalizar en la Plaza de Oriente, donde le esperaba su padre, el rey Juan Carlos, uniéndose padre e hijo en un fuerte y cariñoso abrazo.
---FLASHES---
El dulce beso de los nuevos monarcas delante del pueblo
Hubo mucha organización y orden
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