viernes, 14 de mayo de 2010

8ª DE SAN ISIDRO.- DOS BOMBONES DESAPROVECHADOS / Por José Antonio del Moral

Matías Tejela al natural
(Fotografías: Dolores de Lara)

8ª de San Isidro en Madrid. Dos bombones desaprovechados

Por José Antonio del Moral

http://www.detorosenlibertad.com/

13.05.2010
De los seis toros de Parladé, el tercero y el cuarto fueron tan nobles como una monja. Bravos, justos de fuerza y dóciles hasta decir basta. Había que elegir bien las distancias, llevar la muleta a media altura y templar siempre. Ni Matías Tejela ni Diego Urdiales supieron darles fiesta. O sea, que se les fueron. El resto de los lidiados, tan bien presentados como los mencionados, carecieron de fuerza y de raza. Añadidas estas características a lo mal que anduvieron los espadas mencionados, el festejo en el que, sin suerte, tomó la alternativa José Manuel Más, resultó aburridísimo.
Madrid. Plaza de Las Ventas. Jueves 13 de mayo de 2010. Octava de feria. Tarde nublada y fría aunque sin viento. Seis toros de Parladé, bien presentados en tres y tres, más bonitos los primeros y muy cuajados y armados los de la segunda mitad. Salvo el tercero y el cuarto, ambos muy nobles aunque limitados de fuerza, los demás carecieron totalmente de ella y se vinieron muy abajo. Diego Urdiales (ciclamen y oro): Estocada casi entera, silencio. Estocada, silencio. Matías Tejela (rojo y oro): Tres pinchazos, metisaca y estocada, silencio. Pinchazo, otro hondo y descabello, silencio. Tomó la alternativa José Manuel Más (añil y oro): Media estocada atravesada y descabello, silencio. Estocada corta, silencio. Muy bien en palos, Carlos Tirado y, sobre todo, Raúl Andrada que saludó tras parear el tercer toro.

Si la corrida de Parladé, para el caso de Juan Pedro Domecq, la hubieran toreado las figuras, seguro que los más recalcitrantes la hubieran protestado hasta convertir la lidia en imposible. Claro que, si en tal caso, el público se hubiera comportado tan pacífico como ayer, seguro que a dos toros y, si me apuran, a tres les habrían armado un lio. Pero, claro, esto en Madrid es tan imposible como que a ciertos toreros no les van nada estas reses tan bondadosas. Y así nos va: que unas veces por fas y otras por nefas, la feria por ahora no levanta cabeza. Petardo tras petardo, aburrimiento acumulado, desesperanza de los aficionados y paciencia del resto del público que cada tarde cambia y soporta las más de dos horas del supuesto espectáculo entreteniéndose tomando copas, carísimas por cierto, o hablando con los amigos con sus teléfonos celulares.

Mala suerte tuvo José Manuel Más con su lote de alternativa, si bien el del doctorado fue noble por el lado derecho aunque tan flojo que no cesó de echar la cara arriba al final de sus medios viajes. Con el sexto, casi otro tanto pasó. De modo que, o le ayudan sus apoderados, o mucho me temo que tardará en abrirse paso.

A Diego Urdiales se le espera siempre con simpatía y hasta con pasión en Las Ventas. Hace unos días cumplió estas expectativas. Pero ayer no. Y es que le correspondió el mejor lote y lo desaprovechó lamentablemente. Bien es cierto que, en el segundo, le vimos estirarse elegante y muy torero en algunos lances de recibo por el lado derecho, que fue el bueno, y en dos tandas por redondos más que estimables. Pero cometió el error de echarse la muleta a la mano izquierda y como por ese lado se defendió el animal y le tropezó varias veces el engaño, cuando volvió a derechas el toro se había venido abajo y tuvo que cortar sus empeños.

Pero el cuarto toro fue, por más bravo y completo, bastante mejor que su anterior y con éste no terminó nunca de cogerle el aire. Había que llevarle hasta el final de cada viaje con delicadeza a media altura y como no hizo ni una cosa ni otra, no pudo templarle debidamente y se le escapó la oportunidad de aprovechar uno de esos bombones que a las figuras tanto les gustan. Para colmo y cuando él mismo se dio cuenta del dispendio que acababa de cometer, hizo lo imposible para que el animal se echara y salvarse de la quema. Vano intento que dejó muy clara la picaresca del riojano.

Pero bueno, señor Urdiales, ¿qué se creía usted, que todos los que estábamos allí éramos tan estultos como la mayoría de sus adoradores? Urdiales, definitivamente, no es torero para tales facilidades. Lo que más le conviene son los toros con más genio que casta y los muy complicados. Debe persistir en ello y no hacer excursiones con ganaderías que, por falta de costumbre o por lo que sea, no termina de sentirse a gusto.

Matías Tejela ya está más visto que la tana y apenas logra sorprender a nadie. Tiene planta de maceta. Pero como dice mi amigo mexicano, Paco Baruqui, "quien nace para maceta, no pasa del corredor"...

El tercer toro fue uno de los dos más aprovechables y tampoco esta vez consiguió acoplarse Matías. Ni siquiera gustarse. Pena da ver a este torero que en sus primeros años y, muy de vez en vez, apuntaba y apunta cosas grandes. Pero como anduvo ayer con ese bomboncito, no puede ser ni tuvo paso.

Peor y menos lucido aún estuvo Tejela con el quinto, uno de los más flojos y, por tanto, inservible.

!Qué le vamos a hacer¡, otro día será. Esperemos que hoy con El Cid y Tendero, podamos divertirnos más.

EL QUITE DE DOMINGO

Por Domingo Delgado e la Cámara
El Atleti, las novias y los mulos de don Juan Pedro

Muchas caras de satisfacción en la entrada de la plaza. El triunfo del Atleti ha regocijado a todo el mundo. Hasta los del Madrid se muestran benevolentes. Incluso esas gentes que nunca van al fútbol están contentos con el triunfo de los colchoneros. Y es que el Atleti es mucho Atleti, un equipo sufridor y castizo que despierta la simpatía general. Nada que ver con la nube de desprecio y rechazo que despiertan otros equipos, muy dados ellos a mezclar la política con el deporte...

Por primera vez vimos en esta feria una corrida seria y bien presentada, toda ella de plaza de primera. Lo malo es que, a pesar de tan espléndido continente, el contenido fue nulo. Una vez más don Juan Pedro ha sacado sus mulos a pasear. Los toros de don Juan Pedro, bien lleven el escudo de Veragua o el círculo de Parladé, últimamente son toda una garantía. Garantía de coñazo total. Esto pasa por jugar a aprendiz de brujo.

Don Juan Pedro es buen ganadero y sabe lo suyo de toros. Además, a pesar de sus detractores, su contribución en la cría del toro moderno ha sido muy importante. Pero desde hace tiempo la ganadería se le ha ido de las manos. Y todo por querer buscar el toro pluscuamperfecto. Y no solo le ha ocurrido a él, muchos han caído en ese mismo error. Se ha querido buscar un toro tan noble y de una embestida tan dulce, que al final se ha llegado a un toro sin el menor instinto de lucha, que se niega a embestir. Han potenciado tanto la nobleza que se olvidaron de la casta. Y el resultado ha sido catastrófico. Afortunadamente casi todos los ganaderos se han dado cuenta de que ese no es el camino, y en los últimos años los toros embisten mucho y se caen poco.
Supongo que Juan Pedro Domecq es el primero en lamentarse del pésimo momento de sus ganaderías y que ya estará poniendo los medios para atajar la situación. Pero los resultados no se verán hasta dentro de unos años. Ahora mismo ver una corrida de Don Juan Pedro es un suplicio.

Los toros se pararon y no embistieron apenas nada. Primero, quinto y sexto infumables por rajados y parados, pero con los otros tres se pudo estar bastante mejor. Que quede claro que no fueron un dechado ni de casta ni de bravura, pero el segundo tuvo un buen pitón derecho y el cuarto, aun sin humillar se dejó torear con mucha nobleza. Se le va a indigestar a Diego Urdiales haber salido de las corridas duras. Con las duras los trallazos y los medios muletazos se disculpan, con las comerciales no. Y ayer nunca llevó despacio a sus toros ni dio un muletazo medianamente largo.
El tercero también se dejó. Fue Matías Tejela con su encimismo machacón quien lo estropeó todo.
Lo siento mucho por José Manuel Más que no tuvo la menor opción, quemó su único cartucho y le espera una lucha durísima y un futuro incierto.
Lo único alegre del festejo fueron unas lindas señoritas que, desafiando un frío invernal, iban todas ellas vestidas de novia. Estas preciosidades estaban sentadas en el alto de diez y los prismáticos se dirigieron más a ellas que al ruedo. Tan angelicales mocitas pusieron los ojos tiernos a toda la afición, Fausto incluido.
A ver si hoy Miguel Tendero rompe la feria. Condiciones tiene para ello. Y falta hace.


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