martes, 14 de agosto de 2012

GRANDES DE LA TAUROMAQUIA Y EL BOXEO

Curiosa fotografía del famoso diestro “Joselito” boxeando con el Campeón Mundial Peso Pesado Jack Johnson en España, el 21 de abril de 1917. (Archivo Hnos. Dupouy Gómez. Foto: M. Mateo).

Por: Rafael Dupouy Gómez

©Dolores de Lara

La histórica foto captada por el oportuno lente de Manuel Mateo Serrano nos muestra, en simpática actitud, al maestro del toreo José Gómez Ortega “Joselito” o “Gallito”, practicando boxeo con el legendario Campeón Mundial de los Pesos Pesados Jack Johnson.

“Joselito”, la máxima figura del toreo de su tiempo, compartió amistad con el más grande de los boxeadores de su época. Bien es sabido que los toreros y los boxeadores se asemejan, porque ambos provienen de los estratos sociales más humildes y sus vidas han sido marcadas para luchar en busca de la gloria y el triunfo en las plazas de toros o en los cuadriláteros del mundo.

Con mucha dedicación y sacrificio ambos se preparan para el encuentro, el torero ante el toro y el boxeador ante un ser humano semejante. Un riguroso entrenamiento corporal y mental es indispensable para lograr un óptimo estado físico el día del enfrentamiento con el enemigo a vencer. Los toreros lo hacen ante toros que los superan enormemente en peso y talla, además de estar bien armados de pitones. Los boxeadores ante adversarios con el mismo peso reglamentario, existiendo divisiones por categorías. Un púgil peso pluma, por ejemplo, no podría pelear contra uno peso pesado, porque estaría en completa desventaja.

El torero, aplicando correctamente su técnica, clase y conocimiento de la lidia, se esfuerza en convertirse en un artista ante la cara del toro. En cambio, el boxeador, utilizando correctamente su técnica, trata de convertirse en un estilista, marcando y eludiendo con inteligencia, agilidad, velocidad y destreza a su contrincante para dominarlo y derrotarlo finalmente en el ring. Algunos toreros, antes de dedicarse seriamente a su profesión, comenzaron practicando el boxeo, tal fue el caso del diestro mexicano Silverio Pérez o el venezolano César Girón.

JACK JOHNSON ADMIRADOR DE JOSELITO Y BELMONTE

Jack Johnson, nació en 1878 en Galveston, Texas (U.S.A.). Medía un metro noventa de estatura y era muy fornido, razón por la cual fue conocido como “El Gigante de Galveston”. Ha sido considerado como el mejor boxeador peso pesado de su generación.

Johnson, era un boxeador cauteloso que poseía una gran defensa y fortaleza, tuvo el honor de ser el primer Campeón Mundial de los Pesos Pesados de raza negra desde el año 1908 hasta 1915, y según la International Boxing Research Organization (IBRO) ha sido uno de los 10 mejores púgiles pesos pesados de la historia.

El célebre historiador de boxeo, recientemente fallecido, Bert Sugar, lo ubica en su libro “Boxing’s Greatest Fighters” en el décimo puesto de todos los tiempos y categorías. El historiador Ken Burns, quien realizó un documental sobre la vida del famoso boxeador, señaló que “durante más de trece años, Jack Johnson fue el afroamericano más famoso y notorio de La Tierra”.

Le tocó sufrir una época muy dura donde el racismo en Norteamérica no veía con buenos ojos que un Campeón de Boxeo fuera de raza negra. El 3 de febrero de 1903 conquistó el Título de Campeón Peso Pesado Negro. Enfrentó a los mejores peleadores de su raza, entre los que estaban: Sam Langford, Sam McVey y Joe Jeannette. Tuvo que esperar muchos años para poder enfrentarse por el Campeonato Mundial de los Pesos Pesados ante Tommy Burns en Sidney (Australia), el 26 de diciembre de 1908. La pelea fue detenida por la policía cuando Burns no pudo continuar peleando en el asalto 14 y los jueces le dieron la victoria por K.O. técnico (T.K.O.), ante un lleno de 20.000 personas.

El 4 de julio de 1910 noqueó con un gancho de izquierda en el asalto 15 al Ex-Campeón Mundial Peso Pesado Jim Jeffries (quien fuera Campeón entre 1899 y 1904), a quien llamaban “El Hombre de Hierro” que volvía al cuadrilátero luego de un retiro de 6 años para tratar de reconquistar el título para la raza blanca.

Jack Johnson se convirtió en un auténtico ídolo para la población de raza negra de su país y del mundo, mucho antes que lo fueran: el boxeador Joe Louis conocido como “El Bombardero de Detroit”, el atleta y medallista olímpico Jesse Owens o el jugador de béisbol Jackie Robinson. Sus peleas paralizaban al país surgiendo, en ocasiones, fuertes disturbios de índole racial. Ganó mucho dinero. Se vestía con los mejores trajes y le gustaba disfrutar de su fama. Se casó en cuatro ocasiones y tres de sus esposas fueron de raza blanca, lo que significó un escándalo para la época. Su esposa, Etta Terry Duryea, se suicidó en 1912 al no poder soportar las críticas y presiones de la sociedad. Johnson fue amenazado de muerte por el Ku Klux Klan, pero a pesar de existir esa dura discriminación racial, casi siempre se mostró tolerante y jovial.

Salió de los Estados Unidos de Norteamérica rumbo a Europa, debido a varios problemas con la justicia por razones de índole racial, ya que había sido detenido e interrogado en numerosas ocasiones por vulnerar la ley Mann sobre el tráfico de mujeres en el año 1912.

El 5 de abril de 1915, a los 37 años de edad, enfrentó a Jess Willard “La Gran Esperanza Blanca” en La Habana (Cuba) en la que fue considerada “La Pelea del Siglo” en su momento. Fue una pelea pactada a 45 asaltos. Jack Johnson, le infirió una profunda herida a Willard en la mejilla derecha y lo golpeó duramente para tratar de terminar la pelea; sin embargo, sorpresivamente, Johnson, dio muestras de agotamiento y fue noqueado en el asalto 26 con un golpe de derecha directo a su mandíbula, cayendo en la lona, cubriéndose el rostro con su brazo del sol. Este combate por el Campeonato Mundial Peso Pesado, ha sido el más largo de la historia, en la etapa en que se usaron los guantes para boxear, ya que antiguamente se peleaba a puño limpio. El día del combate, hizo un calor sofocante en el cuadrilátero. El resultado fue bastante polémico. Algunos señalaron que se había dejado ganar la pelea por dinero. También se le prometió, que al dejarse vencer, podría solventar sus problemas con la justicia norteamericana por la acusación de bigamia, evitando tener que cumplir años de condena en prisión. Otros dicen que estaba viejo y fuera de forma.

Jack Johnson salió de La Habana (Cuba) abordo del vapor “María Cristina”, rumbo a España, desembarcando en Santander. Johnson manifestó su deseo proseguir su viaje a París, pero cuando se enteró que se celebraría una corrida de toros en Bilbao de cierta importancia, no quiso perdérsela, acudiendo de inmediato, ya que sentía curiosidad y afición por los toros, siendo gran admirador de Joselito y Belmonte.

En el mes de marzo de 1916 viajó a Madrid procedente de Inglaterra y el 15 de marzo de 1916 Jack Johnson enfrentó al púgil Arthur Cravan en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España). Johnson noqueó a Cravan en el sexto asalto. Cravan era sobrino del famoso escritor irlandés Oscar Wilde y se hizo famoso en los años veinte como poeta surrealista, siendo gran amigo de André Bretón y del pintor Joan Miró. Johnson permaneció casi tres años en España. Fijó residencia en Barcelona. Le gustaba pasear por el Paseo de Gracia y Las Ramblas. Fue alumno de Juan Belmonte y “Joselito” en la Escuela Taurina de Barcelona. En un libro autobiográfico suyo, Johnson señaló que fue “apadrinado” por el torero sevillano “Joselito”.

Como dato curioso, el sábado 25 de marzo de 1916, Johnson presenció en Madrid una novillada donde se lidiaron seis novillos de Santa Coloma para los toreros Florentino Ballesteros, Diego Mazquiarán “Fortuna” y José Zarco. El diestro “Fortuna” le brindó a Jack Johnson el quinto novillo de la tarde. El famoso boxeador no resistió la tentación de ponerse la montera del torero. “Fortuna” lo lidió muy valiente, sintiendo el toreo, con gran estilo terminando su labor con una gran estocada, recibiendo una gran ovación. Fue el novillero que estuvo mejor aquella tarde.

En la revista “Toros y Toreros” Nº 7 del 18 de abril de 1916, se publicó una fotografía tomada por Sanso y Perera, donde aparece Jack Johnson capote en mano frente a un novillo en Barcelona (España).

El jueves 25 de mayo de 1916 en el Gran Teatro (Palacio del Cinematógrafo) de Madrid a las 6:30 p.m. se estrenó la película del sensacional combate en que Jess Willard derrotó al campeón Jack Johnson en La Habana (Cuba).

En el mes de diciembre de 1916, realizó un combate de exhibición con los hermanos Anderson en Bilbao. El 8 de octubre de 1917 a las 7:00 p.m. el campeón mundial de boxeo Jack Johnson, hizo su primera presentación en la gran sala del Music Hall del Hotel Palace de Madrid, realizando ante un multitudinario público, sorprendentes demostraciones de lucha y fuerza.

En el Punching Ball, fue muy aplaudido y boxeando con su sobrino Gus Rhodes, mostró su gran fortaleza y habilidad. El 13 y 14 de octubre de 1917 fueron las últimas presentaciones de Jack Johnson en el Brasserie Palace Hotel de Madrid, quien además presentaba con su esposa Lucille Cameron de Johnson un espectáculo con bailes americanos de salón.

Realizó algunos combates en Madrid, con Blink Mac Closkey, en febrero de 1918; con Marcelo Sánchez, en marzo de ese mismo año y con Bill Flint, en enero de 1919. Sus presentaciones se basaron en exhibiciones de lucha y boxeo que ofreció entre Madrid y Barcelona. El día 29 de junio de 1918, se celebró en la Plaza de Toros Vista Alegre (Bilbao) un combate entre Javier Ochoa Campeón de Lucha y Jack Johnson.

Viajó a México en el año 1919 para fomentar el interés por el boxeo. Continuó boxeando hasta el año 1928 a la edad de 50 años. El año 1929 se instaló en París (Francia) estableciendo un gimnasio de boxeo. Allí conoció a Luis Buñuel, famoso director de cine, quien había practicado el boxeo en su juventud con el apodo de “El Tigre de Calanda”.

Su última presentación fue en 1945, a la edad de 67 años, en una velada benéfica a favor de las tropas aliadas contra el nazismo.

El famoso Campeón Peso Pesado Jack Johnson, falleció en Raleigh (Carolina del Norte, U.S.A.), el 10 de junio de 1946, a los 68 años. Se había retirado furioso de una cafetería donde se negaron a servirle por el color de su piel. Lamentablemente, conduciendo su coche a muy alta velocidad, perdió el control en una curva bastante cerrada estrellándose contra un poste, perdiendo la vida a las pocas horas. En el Graceland Cemetery de Chicago (U.S.A.) reposan sus restos. Su récord como boxeador fue: 123 combates, 77 victorias, 13 derrotas, 14 empates, 19 sin decisión y 48 knock-outs. Fue elegido como Miembro del International Boxing Hall of Fame en 1990. Este año 2012 se le erigió una estatua en su natal Galveston, en el Estado de Texas (U.S.A.).

Rafael Dupouy Gómez en compañía de Gilberto Mendoza, Presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

He querido dedicar este artículo a mi buen amigo Gilberto Mendoza, Presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), por su afecto, simpatía y caballerosidad.

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